La profesora María Ángeles Fernández Zamudio explica la diferencia entre los conceptos pago, gasto, coste o inversión, aplicados al caso de la actividad agraria. En concreto, Fernández Zamudio pone como ejemplo la adquisición de insumos como abono o productos fitosanitarios. En el momento que se recogen, ya se incurre en un gasto que se debe inscribir en el libro diario. El coste no se puede computar hasta que el insumo se inmoviliza o se destruye, es decir, en el caso del abono, cuando se aplica al terreno. Por su parte, nos referimos a una inversión cuando hablamos del coste de un insumo, bien o inmovilizado que no se utiliza sólo en una campaña, sino que dura más de un ejercicio económico, como una abonadora o un tractor. En este caso, ese coste lo tendríamos que asumir como una inversión.