Jubae chilensis / Wikimedia CC

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La Valoración de arbolado no sustituible es un caso particular de la Valoración de Arbolado, que contempla una previa distinción entre árboles que producen flujos de caja positivos (bien de forma periódica, todos los años, o al final de su vida útil) y árboles que no producen flujos monetarios de caja. Entre estos últimos encontramos el arbolado ornamental, y en particular el no sustituible.

Para abordar su estudio hemos de plantearnos primero la pregunta de ¿qué entendemos por árboles no sustituibles? Son aquellos de los que no existe en el mercado ejemplares de la misma especie, edad y características que el árbol a sustituir, que su trasplante no es técnicamente posible o en su caso muy difícil, y que el coeficiente de arraigo es muy bajo.

En la Valoración de árboles no sustituibles (Norma de Granada), se fijan tres grandes grupos de intervención (frondosas, coníferas y palmáceas) con variaciones en el proceso de valoración. En cualquier caso se parte de un valor básico que se adapta en función de las características del ejemplar.

Su valor básico depende, sobre todo de la especie, así como de su edad, término que viene expresado por la relación entre la altura del tronco en cm (h) y la constante de crecimiento (k). Suponiendo el caso de las palmáceas el proceso de valoración es el siguiente.

V básico = V característico * (h/k)2

Como su nombre indica Vb, es el valor básico, pero cada árbol (en este caso una Palmera) presenta unas características diferentes a las del árbol en vivero, por lo que se procede a aplicar una fórmula correctora mediante unos coeficientes que dependen de su estado sanitario y otros factores externos.

Vf = (Vb x Els) x (1+ Ele)

En esta ecuación Vf es el Valor final que deseamos obtener y Els un coeficiente que denominaremos “Factor intrínseco del estado sanitario (cuyo valor oscila entre 0 y 1)” y Ele, un segundo coeficiente, que llamaremos “Factores correctores extrínsecos”

La obtención de estos coeficientes se realiza en función de ciertas características. Por ejemplo el Els (factor intrínseco del estado sanitario) depende de una serie de variables tales como el estado de la zona radical (S1), estado del tronco (S2), estado de las ramas principales (S3), de ramas secundarias y terminales (S4), y de las hojas (S5).

Els = (S1+S2+S3+S4+S5)/5 

Cada uno de estos se pondera desde 0,5 a 1 dependiendo de la incidencia que tenga en la valoración del árbol (si es mediana 0,5; si es leve 0,75; o si no tiene ninguna incidencia 1). Y por ende, cada característica a observar dependerá de otras tantas variables, cada una de ellas ponderada de 0,5 a 1, con lo que determinaremos el valor global de cada característica con la media aritmética de ellas, dependiendo de lo que podamos observar.

Así por ejemplo, en el caso de la zona radical se observará el alcorque, la compactación del suelo, la presencia de hongos, si se aprecian daños mecánicos, pudriciones, estado de las raíces…… en el tronco, chancros, heridas, perforaciones, exudaciones, daños en la corteza, torsiones….., en las ramas principales, cavidades, chancros, fisuras, heridas, hongos, insectos, poda incorrecta, ramas secas …. en las secundarias y terminales, copa desequilibrada, crecimiento descompensado, yemas anormales o decoloradas, y en las hojas, agallas, agujeros por defoliadores, insectos, hongos, decoloración, clorosis, excrecencias, manchas internerviales…

El coeficiente Ele (factores correctores extrínsecos) dependerá de otras características de gran interés y peculiaridad propia para cada palmera: criterio estético y funcional Ele1, representatividad y rareza Ele2, y situación Ele3.

Ele = (Ele1+ Ele2+ Ele3)

El primero se pondera de 0 a 0,1 dependiendo de su repercusión en la valoración (0 si no tiene interés en la valoración, 0,05 si es mediano, y 0,1 si cumple la función esperada en el ejemplar) y los dos segundos de 0 a 0,2.

En el aspecto relativo al criterio estético y funcional, observaremos el color de la corteza, control de la erosión, control de la reflexión normal, su floración, la fragancia de las flores, el interés propio del árbol como parte de un grupo o como árbol aislado, si actúa como pantalla sonora o visual, la silueta, la privacidad del lugar…..

En cuanto a su representatividad y rareza, si es un árbol único en la zona, y si tiene cualidades históricas, culturales, o simbólicas…, en lo que respecta  a su situación, si contribuye a la mejora ambiental, a la mejora plástica, si se haya situado en un parque histórico, en un jardín botánico…etc.

 

Amparo Melián

Amparo Melián Dra. Ingeniera Agrónoma
Profesora de Economía de la Empresa y de Análisis de inversiones y proyectos
Máster en Dirección de Cooperativas
Desarrolla su labor docente e investigadora en el Departamento de Economía Agroambiental
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